1534. Óleo sobre tabla. 92.1 x 85.6 cm.

Esta pintura se considera la primera obra realizada en exclusiva por el artista, ya que Juan de Juanes pintó en colaboración con su padre desde bien joven.

En la escena se representa, el momento en el que Cristo reunió a sus discípulos en la cena de Pascua del Jueves Santo y anunció que uno de ellos lo traicionaría. Jesús de Nazaret se ubica en el centro de la composición y a ambos lados quedan repartidos equilibradamente las figuras de los discípulos. La pintura contiene tratamientos naturalistas como las que se recogen en los elementos del bodegón y una gama rica de tonalidades y luces que ayudan a enaltecer los volúmenes de las figuras y los ropajes tanto de Jesús como de sus discípulos. La perspectiva queda reforzada por una abertura en la pared en cuyo espacio se vislumbra el punto de fuga en el que se enmarca un horizonte rural y montañoso. Además de la luminosidad de la pintura con la que están trabajados los personajes, el recurso del oscurecimiento del fondo permite eliminar detalles inoportunos y centrar la atención en la iconografía y los gestos faciales que conjuntamente tratan de difundir un mensaje a los demás.