ca. 1520. Óleo sobre tabla. 131.2×99.7 cm.

En esta obra se observa la influencia leonardesca en aspectos como el uso de grandes composiciones en las que un conjunto de figuras, con algunos de los gestos forzados, interactúan entre sí. Cristo ocupa el centro de una composición en la que se escenifica un momento de sufrimiento a base de golpes de castigo. El escenario circundante a la figura principal está compuesto por unas columnas, pilastras y capiteles que al mismo tiempo subdividen la composición en nuevas escenas.
Al fondo a la izquierda, se encuentra la escena más alejada y aparentemente la menos fácil de vislumbrar, pero gracias a la visualización gigapíxel se puede ver con un detalle extremo la escena en la que Poncio Pilatos observa, desde la ventana del palacio pretoriano, la multitud ante el Ecce Homo. La técnica fotográfica utilizada nos permite ver en esas escenas más lejanas la minuciosa representación con el que se han trabajado detalles como los de las telas y ropajes, la fisonomía de las figuras e incluso los decorados inscritos en la arquitectura.